martes, 4 de octubre de 2011

Una veterinaria en el camino

Cuando pienso en mi trayectoria veo la confluencia de mi búsqueda personal y profesional con lo

que me ha ido ofreciendo la vida para conformar éste, mi momento presente.


Nací en Argentina y vivo hace 18 años en Cataluña. El tránsito por estas dos tierras me ha aportado
un crecimiento y desarrollo personal que he integrado en el campo profesional.


Mi impulso para iniciar los estudios de Medicina Veterinaria surgió de la admiración por el mundo
animal y sus relaciones con los humanos. Albert Schweitzer, Daktari, Vitus Dröscher, Desmond
Morris, Konrad Lorenz, Diane Fossey eran los nombres que resonaban dentro mío.


Teniendo como marco el comienzo de la democracia en mi país, me trasladé de La Rioja a Buenos
Aires para ir a la universidad . Ya a principios de la carrera me dí cuenta que el estudio y visión
mecanicista y compartimentalizada del organismo y de la vida misma, no eran lo que yo buscaba,
tal fue, que en cuanto me gradué en el año 91, comenzó la otra fase de mi formación.


Después de transitar por el mundo veterinario de los animales de Zoológico y los de compañía en
mi país y en Europa, elegí ser madre. Fue con la maternidad que desperté al mundo de los
instintos, el mundo que compartimos con los animales, la sabiduría innata que tenemos humanos y
animales para traer al mundo a nuestras crías y a la que nuestra especie suma su capacidad de
reflexión y trascendencia.


Continuó mi aprendizaje con el encuentro de seres que llevo prendidos en el alma: Matilde, Javier,
Manolo, Morgana...que me mostraron diferentes maneras de pensar, ver y vivir la vida a través de la
antroposofía, la sistémica, Joung, Krishnamurti...


Y perparándome para mi segundo embarazo y parto en casa, fue cuando viví la Homeopatía de la
mano de Ortrud Lindemann, médica homeópata. Ella me enseñó a confiar en mi instinto, en la
capacidad curativa de mi ser y en las propiedades latentes que existen en los elementos de la
naturaleza (que el método homeopático permite expresar), para reencontrar el dinámico estado de
equilibrio.


A estas alturas mi manera de ver la vida, la salud, la enfermedad, la muerte, los métodos de
diagnóstico y tratamiento, era ya muy diferente a la de mis comienzos como veterinaria. Sabía que
la medicina que había comprobado la más eficiente para mí y mi familia, también podía serlo para
mis pacientes. Por lo cual decidí dedicarme de lleno al estudio de la Homeopatía veterinaria, el arte
de curar animales, un camino imparable de formación y aprendizaje tanto inagotable como
fascinante.


Actualmente mi forma de trabajar en medicina veterinaria tiene como base la Homeopatía.


Daniela Merlo Lagos
veterinaria homeópata